<< Volver
Entrevista a Joselo Rangel

Desde el costado más silencioso de Café Tacuba, Joselo Rangel explora las posibilidades de las canciones íntimas. En voz baja y con herramientas simples, el chico que responde al apodo de Oso explica cómo elaboró su
primer trabajo solista.

¿QUÉ SIGNIFICÓ EDITAR TU PRIMER TRABAJO SOLISTA?
Crecer y aceptarme. Crecer porque hice cosas que no había hecho antes y, por otro lado, pude aceptar mi forma de cantar, de componer y de interpretar. También creo que Café Tacuba crece como grupo a partir de los trabajos individuales de sus integrantes.

¿DEL DESEO A LA REALIZACIÓN, CÓMO SE FUE PLASMANDO LA IDEA DEL DISCO?
Todo se dio naturalmente. Desde hace dos años en Café Tacuba queríamos tomar un receso para poder realizar diversos proyectos. El año que decidimos parar un rato fue el 2001. Tenemos un estudio de grabación en donde también ensayamos. Le pedí a mis compañeros permiso para usarlo durante dos meses y junto a Rubén Albarran [cantante de Café Tacuba y productor de Oso] comenzamos a trabajar.

DESDE EL TÍTULO SE NOTA UNA CIERTA IRONÍA. ¿TE INTERESA EL HECHO DE BURLARTE DE TI MISMO?
Sí, creo que es sano burlarse un poco de uno, o al menos jugar con ello. No tomarse tan en serio es esencial para mí, aunque muchas de las canciones desnudan mi ser de una manera que no había permitido que sucediera con las canciones que he entregado a Café Tacuba. El título del disco es porque me apodan Oso, aunque en México “hacer el oso” se entiende como hacer el ridículo.

¿TU DISCO SOLISTA MARCA DIFERENCIAS CON LA MÚSICA DE CAFÉ TACUBA?
Nunca quise sonar como Café Tacuba pero tampoco quería evitarlo. ¿Cómo explicar lo que hice? Creo que me aboqué a ello sin cuestionarme mucho. Tenía las canciones y las grabamos. A la distancia veo que no puedo negar ser la cuarta parte (en todo sentido) del grupo al cual pertenezco. Tal vez le toque a la gente y a los críticos definir a qué y cómo suena.

¿POR QUÉ ELEGISTE COMBINAR MÚSICA TRADICIONAL MEXICANA CON CIERTAS LÍNEAS ELECTRÓNICAS?
Desde la composición ya se notaba esa influencia de música mexicana. Pero al momento del arreglo, al invitar a un DJ para que hiciera scratches y con la drumbox que programó Rubén, todos esos sonidos tomaron otro carácter. Me gusta la música electrónica, algo de hip hop y el sonido crudo de la caja de ritmo, pero también los boleros y el son jarocho, así que este es un intento de juntar estas dos influencias.

¿EDITAR TU PRIMER DISCO SOLISTA TE OFRECIÓ NUEVOS AIRES PARA ENFRENTAR UN NUEVO TRABAJO CON CAFÉ TACUBA?
Después de haber estado en descanso (que no lo fue tanto pues todos estuvimos haciendo cosas) al regresar al ensayo volcamos una cantidad de canciones como nunca antes. Hemos estado montando estas canciones sin cuestionarnos mucho. Queremos tener todo el material grabado en demos para de ahí, comenzar a ver en dónde estamos. Es la primera vez que lo hacemos así, lo cual lo hace muy interesante. No tenemos título ni sabemos quien lo va a producir. En esta etapa queremos tener todas las posibilidades abiertas. Por lo pronto, todos los días me levanto y voy a ensayar con los demás tacubos; algunas tardes ensayo con los Liquits [banda que lo acompaña] y los fines de semana salimos a tocar.

¿CÓMO HACEN PARA MANTENER LA ARMONÍA DESPUÉS DE DIEZ AÑOS DE CAFÉ TACUBA?
Sabemos que tenemos algo especial entre manos. Cada uno de nosotros cuatro aporta algo que el otro no tiene. Creo que eso lo sabemos y respetamos mucho nuestro espacio. Compartimos la música al máximo pero algunas otras cosas no. Cada quien tiene un interés alterno al grupo: Emmanuel produce y hace remixes; Quique hace diseño y arte conceptual, Rubén hace diseño gráfico y dirige videos; yo escribo narrativa y en diferentes revistas. Además este año sabático resultó muy bueno pues regresamos con nuevos bríos y con ganas de trabajar.


 

<< Volver